miércoles, 25 de septiembre de 2013

EL PEOR COMBATE DE LA HISTORIA

Cuál es el combate más épico jamás contado en el mundo del cómic de superhéroes es una discusión característica de entornos frikis de todo el mundo: ¿Será el titánico encuentro de Superman con Doomsday? ¿Quizás el aparatosos intercambio de mamporros entre Hulk y la Cosa? ¿Acaso el espectacular choque de fuerzas -en fastuosa splash- del segundo arco de The Ultimates?

No ha llegado, ni llegará nunca a ser consensuada la respuesta tal cuestión, pues cuando algo así como un acuerdo al respecto comenzase a vislumbrarse, de forma automática surgiría un sector que se opusiese de manera frontal a esta hipotética resolución.

Por suerte, no vengo a defender mi punto de vista sobre este tema, sino que vengo a dilucidar la respuesta análoga respecto a «la peor pelea de la historia del comic-book».

En mi opinión, la lid más pésima, por irónicamente ridícula, es el enfrentamiento entre Guy Smith /Mr. Sensible (Mister Sensitive) y Tony Stark/Iron Man en el número 24[1] de la serie X-Statix de Peter Milligan y Mike Allred.

Una pugna que me gusta definir con un término de acuñación propia; «patépico», y que por supuesto recomiendo leer a todo al mundo.


Esto NO pasa.


[1] #24 X-Statix The Good and the Famous, Part 6 o TPB X-Statix vol. 04 X-Statix vs. The Avengers en la edición estadounidense; y X-Statix 5 Vs. Los Vengadores en la edición española a cargo de Panini.

miércoles, 11 de septiembre de 2013

DE LO MEJOR, LO SUPERIOR

A lo que hace referencia el título de la entrada es al título del primer álbum de Martires de Uganda ―lo del acento ortográfico de "mártires" no lo dejan claro―, una banda que hace apenas una semana solo conocía de oídas, y que ha acabado irrumpiendo con fuerza en el top 10 de mis grupos musicales favoritos, para colocarse de lleno en el top 5 y prácticamente aterrizar en el top 3.

¿Qué es? Pues punk-rock de sonido cerdete y con letras tan elaboradas como desopilantes.

En su bandcamp podéis descargaros su discografía completa de forma gratuita, o donando unos peniques.

Y en lo que respecta a mi humilde opinión, creo los Martires de Uganda consuman el complicado empeño de que incluso sus canciones más flojas sean puros temazos. Y si tuviese que quedarme con uno de sus discos, me quedo con el primero: De lo mejor lo superior

Para acabar, os dejo con una breve recopilación seleccionando un tema de cada álbum, sobre los cuales me gustaría añadir un comentario:

Viva Ramoncín. Esta me parece, en parte, una historia de evolución estilístico-musical inversa a la mía, aunque protagonizada por una muchacha. Casi una fotografía en negativo de mí mismo, por así decirlo.


Nos hicimos unas fotos de esas. El tema de esta canción retrata uno de los miedos cervales de cierta personita muy querida, lo que aumenta subjetivamente su jocosidad.


La teoría de que Ruiz Mateos es el verdadero amo del mundo. Este singular título, del que poco más cabe explicar, fue lo que acabó por atraerme hasta el grupo.


Inaudito. Una divertida canción sobre la hecatombe de los casual day.



sábado, 7 de septiembre de 2013

UNA DIVERTIDA PATADA EN EL CULO

A estas alturas ya llevo casi un mes sin escribir por este bonito blog que tengo y eso es algo que no debería consentir, que se empieza así y luego se acaba tardando dos años en retomarlo. Bien que he estado ausente ―casi en sentido literal― durante buena parte de agosto, pero septiembre ya ha irrumpido en el calendario y no hay razón para que demore más la reanudación de la actividad bloguera. Además, que mejor excusa para esta nueva etapa post-agosteña que el tener en las pantallas de los cines Kick-Ass 2: Con un par (Kick-Ass 2, Jeff Wadlow). 

El tema de esta entrada es muy simple; ¿Por qué Kick-Ass 2 me parece un peliculón?

Bien, para empezar, es posible que se me pueda considerar una rara avis, ya que soy una de esas personas a las que le gusta Kick-Ass el cómic (Mark Millar, John Romita Jr., 2008)  y Kick-Ass la película (Matthew Vaughn, 2010). Eso sí, me gustan entendiéndolas como obras independientes y reconociendo por supuesto la historieta de Mark Millar como claramente superior. Porque la versión fílmica, como adaptación, entre todas las licencias que se toma respecto al original, hay una en concreto que supone una enorme traición al espíritu del tebeo. Eso me lleva a querer considerarlas obras separadas, pero creo que la película tiene valor por sí misma en otros aspectos. Todo esto hablando de la primera parte, porque la película de Kick-Ass 2 considero que se mueve en otra dirección.


Kick-Ass 2: Con un par comparte ciertos aspectos con su predecesora, como el hecho de rebajar sustancialmente el nivel de violencia y de mala leche del cómic y el hecho de tomarse importantes licencias respecto a este. Pero a diferencia de la primera parte, donde se contaban al menos tres grandes licencias que hacían divergir irremediablemente el rumbo del relato entre la versión cinematográfica y la impresa, en Kick-Ass 2 esas licencias sirven en cierta medida para arreglar el desaguisado de esa discordancia entre las historias del papel y el celuloide, y reconciliarlas de algún modo. Además, la película no solo adapta ―porque en esta ocasión sí me creo capaz de hablar de adaptación y no de versión más o menos libre― el segundo cómic de Kick-Ass, si no que introduce tramas de la precuela del mismo, Hit-Girl (Mark Millar, John Romita Jr., 2012) e incluso deja ciertos cabos sueltos que podrían utilizarse para adaptar dicho cómic como spin-off de la saga ―una perspectiva que ya me tiene cruzando los dedos―.

Por otro lado, esta secuela aboga por un tono mucho más gamberro y abandona en gran medida los toques de seriedad que lastraban algunos pasajes de la primera parte. Si bien no encontraremos el grado de humor negro del cómic, nos ofrece a cambio una abundante ración de jarana escatológica, y en general la narración es mucho más dinámica y divertida.

Pero por si todo esto fuera poco, voy a afirmar con osadía que, pese a que esta película sea en lineas generales inferior a su material de origen, en algunos aspectos llega a mejorarlo. No quiero entrar en detalles para no revelar nada, pero en mi opinión, el enfrentamiento de Madre Rusia con la policía en el barrio residencial resulta mucho más jocoso en la pantalla que en las viñetas.

Para ir terminando, no quiero dejar de señalar a Christopher Mintz-Plasse y sobre todo a Chloë G. Moretz ―¿dónde va a llegar esta muchacha?― en los roles de El Hijoputa y Hit-Girl respectivamente, pues acaban siendo quienes se comen la película, por encima incluso de la interesante interpretación de Jim Carrey.

Y si tengo alguna pega que achacarle al film, algo en lo que Kick-Ass 2 desaventaja a su predecesora, es la ausencia de Nicolas Cage. Pero ¡eh!, que el arranque de la película trascurra presidido por una inefable fotografía suya, casi casi, compensa.

Aaron Johnson (Kick-Ass/Dave Lizewski) y Chloë G. Moretz (Hit-Girl/Mindy McReady)
toman chocolate con nubes bajo la  atenta mirada de Nicolas Cage.
Una última cosa para los que vayáis a verla al cine: que sepáis que hay escena tras los créditos. Y relativamente reveladora.