martes, 30 de abril de 2013

CONSIGUE UNA COPIA DE ESTE LIBRO: LEERÁS

¡Pues ya está! ¡Ya he leído algo de Heinlein! Lo cierto es que pese durante largo tiempo me había sentido tentado de acercarme a su obra, siempre había sido reticente a la hora de consumar dicho acercamiento, debido a ese halo de conservadurismo que se asocia a este autor. Pero por casualidades de la vida, cayó entre mis manos una copia de Consigue un traje espacial: viajarás (Have Space SuitWill Travel, Robert A. Heinlein, 1958) publicada por Ediciones Tridente hace ya más de veinte años. Así que puedo decir que ya me he desvirgado literariamente con el señor Robert Anson —no confundir este segundo nombre con el apellido Ansón— y puedo decir que me ha gustado. Y quiero más.
Consigue un traje espacial: viajarás se enmarca dentro del ciclo de aventuras juveniles de ciencia ficción del autor, y lo cierra. Inicié su lectura siempre con ese infundado temor de que se tratase de una obra tan panfletista como se supone que es Starship Troopers, y finalmente no fue para tanto. Es cierto que de vez en cuando, el señor Heinlein deja traslucir ciertas posturas de su propia ideología a través del personaje protagonista, pero esto apenas ocurre, y en la mayoría de casos se trata por cierta abogacía por el individualismo más que otra cosa, y tampoco molesta en exceso ni llega a lastrar la historia. En mi humilde opinión, creo que Heinlein podría ser el análogo literario del cineasta John Milius; no comulgo con su ideario, pero me lo paso pipa viendo Conan, el bárbaro (Conan the Barbarian, 1982).
Al final, lo que encontramos en Consigue un traje espacial: viajarás es ciencia ficción pura —y dura— entramada en la clásica historia de la forja del héroe protagonizada por un púber yanqui superdotado —en sentido intelectual—; en la que podemos observar precedentes de historias más recientes y/o conocidas: E.T. el extraterrestre (Steven Spielberg, 1982), Exploradores (Joe Dante, 1985) e incluso algún punto en común con El juego de Ender.
En resumen, lectura entretenida, con bastante dosis didacticocientífica y sin tantas trazas de adoctrinamiento como se le suponen.
Y una frase a destacar: "Cuanto menor sea el respeto que merezca una persona vieja, más seguro puedes estar de que va a exigirlo a todos los que sean más jóvenes que ella".
Fotografía de la copia que he leído. He añadido unos dibujos de algunos personajes extraterrestres para mejorar la portada, y de paso he puesto una nave espacial y a JohnMcLane, que siempre mola.

lunes, 22 de abril de 2013

RECOMENDACIONES BIBLIÓFILAS

No soy un gran aficionado a promover el consumismo, pero mañana es un día tan bueno como otro para regalar un libro, aunque sea a uno mismo. Con este motivo, voy a recomendar una selección personal de libros de diversos géneros:

1-TERROR:

El horror de Dunwich (The Dunwich Horror, H.P. Lovecraft, 1929)


Enmarcada dentro de los mitos de Cthulhu, en este caso se trata de una historia escrita por el propio Lovecraft. Por el momento, de todos los relatos de los mitos, este es sin duda mi favorito. Es breve, intenso y tenebroso. Recomiendo no leer la versión ilustrada, al menos la primera vez, pues resulta mucho más terrorífico dejar que la imaginación rellene las evocadoras imágenes descritas por Lovecraft.


2-CIENCIA FICCIÓN:

El juego de Ender (Ender's Game, Orson Scott Card, 1985)


Un clásico y una maravilla. Fascinante, con ideas y planteamientos tan originales como sorprendentes. Para leer antes de que se estrene la película.


3-NOVELA NEGRA:

Vicio propio (Inherent Vice, Thomas Pynchon, 2009)


Extrañísima novela que califico como "negra" aunque en realidad es bastante inclasificable. Un detective privado con más de "El Nota" que de Sam Spade o Philip Marlowe, envuelto en una trama terriblemente enrevesada. Dicen que es la novela más accesible de Pynchon; aún así, admito que su lectura no es precisamente "fácil", pero la historia es tan curiosa como entretenida.

4-BLOG LITERARIO

AntiLiteraTorio


Pues sí, es mi propio blog literario, pero un poco de autopromoción nunca está de más. Además es gratis, para recomendarlo a amigos como alternativa económica a un regalo.

domingo, 21 de abril de 2013

REIVINDICANDO LA URBANIDAD

¿Hay algún actor que pese a estar constantemente en activo, con buenas interpretaciones, parece no dar nunca el salto a la primera plana del estrellato? Seguramente ya tengáis a alguien en mente, pero como este es mi blog, hablo de quién me da la gana. Y en esta ocasión me refiero al neozelandés Karl Urban.
Muchos quizá ni siquiera serán capaz de ponerle cara solo con el nombre, y sin embargo lleva ya más de diez años apareciendo por producciones hollywoodienses de cierta enjundia.

Karl Urban en la Fantastic Fest 2012. Foto de Ronald S. Woan.

Como secundario importante, ha sido Eomer en la segunda y tercera entrega de El señor de los anillos (The Lord of the Rings II & III, Peter Jackson, 2002 y 2003); el amigo del capitán Kirk, Bones McCoy, en Star Trek (J.J. Abrams, 2009) ; e incluso el contrapunto juvenil en la gerontófila Red (Robert Schwentke). Y cómo malo malísimo fue archienemigo de Matt Damon en El mito de Bourne (The Bourne Supremacy, Paul Greengrass, 2004); némesis de Vin Diesel en Las crónicas de Riddick (The Cronichles of Riddick, David Thowy, 2004) e incluso el vampiro neófito que trae de cabeza a Paul Bettany en la infravalorada El sicario de Dios (Priest, Scott Stewart, 2011).
Sin embargo, quizá parte del problema sea que sus papeles protagonistas nunca han resultado especialmente relevantes, a pesar de su valía. En esta línea podemos citar filmes como Doom (Andrej Bartkowiak. 2005); la "remakeado" El guía del desfiladero (Pathfinder, Marcus Nispel, 2007); y la ultraviolenta e injustamente vapuleada por la taquilla Dredd (Pete Travis, 2012).



Y aún dejándome un montón de películas más que no he visto o no conozco bien, podéis ver que a este hombre no le ha faltado trabajo en esta década y sin embargo da la impresión de que sigue siendo un desconocido para el público.
Esta situación me despierta cierta... ¿lástima? Bueno, quizá tampoco es la palabra adecuada, pero eso no quita que a mí me parezca que es un buen actor, con un potencial que no acaba de explotar. Está claro que el tiempo de las grandes estrellas de acción pasó para nunca volver con la fuerza de antaño, y que resulta harto improbable que el cine palomitero nos vuelva a dar estrellas del calado de Arnie y Sly en sus buenos tiempos. Pero sin necesidad de llegar a este nivel, bien podría erigirse el señor Urban como el competidor directo de lo más parecido que hay ahora mismo a esas vetustas action stars: Jason "el inglés malhumorado" Statham. El  pelado londinense, sin llegar ni a la suela de los zapatos a sus antecesores, sin duda se ha convertido ya en un icono del cine de acción moderna, y su filmografía ya prácticamente es una institución metagenérica: son "pelis de Statham".
No sé, que conste que disfruto con las "pelis de Statham", pero creo que me gustaría que algún día se llegara a hablar de "pelis de Urban".

miércoles, 10 de abril de 2013

AVIA ACADEMIA I: "Peligarza"

Con esta entrada quiero inaugurar esta sección dedicada e inspirada por mi abuela materna; y aunque internet entero se queda pequeño para hacer honor a su grandeza, que sirva esta sección como pequeño homenaje a su figura.
Mi abuela es una persona de una remarcada y singular idiosincrasia, tanto por su carácter como por sus procederes. Y esta singularidad se hace también patente en su peculiar forma de hablar, plagada de extraños términos, algunos formados por una mala o errónea pronunciación, otros tomados de formas arcaicas de la lengua, y otros completamente inventados. En ocasiones, estos insólitos vocablos tienen un poco de las tres cosas.
Pues bien, esta sección tratará, al menos en principio, sobre estos excepcionales palabros pronunciados por mi abuela; y en esta primera entrada, la palabra escogida es "peligarza".
En un principio, los presentes que escuchamos esta palabra de boca de mi abuela, dimos por hecho que se la había inventado. En esta creencia, le instamos a que esclareciera el significado de la palabra "peligarza", que ella definió como "casi puta", en palabras textuales, e insistió en su existencia invitándonos a que la buscásemos en el diccionario.
Así que me decidí a tratar de desentrañar los misterios de este término y, tal como sospechaba, no está recogido por la RAE, ni por el María Moliner, ni por ningún otro diccionario de renombre. Sin embargo, contra mi propio pronóstico, la palabra sí existe y además sí viene recogido de forma más o menos oficial en el Catálogo de Palabras Bornichas; una recopilación en línea de palabras singulares usadas en el pueblo de Bornos (Cádiz), y que define así el vocablo: «Peligarza: Dícese de mujer un poquito más alegre de la cuenta».
Al final, resultó que el testimonio de mi abuela era totalmente ajustado a la realidad ¡qué grande es esta mujer!

miércoles, 3 de abril de 2013

VUELVEN LOS JOES

El principal mérito de esta propuesta absolutamente palomitera es su honestidad, pues a diferencia de otros filmes que prometían ser el champán del cine de acción y luego nos dieron garrafón, G.I. Joe: La venganza (G.I. Joe: Retaliation, Jon Chu,2013) promete mierda de la buena y nos la da a capazos.
Sin embargo, ofrece otros atractivos soterrados, y es que se erige como una metafórica y anfetamínica parodia de los tejemanejes de la política exterior mundial. Parece pretencioso hacer esta lectura de una película así, pero no hay más que ver las noticias internacionales para ver que G.I. Joe: La venganza es la eyaculación alegórica de la paja militar que se está haciendo el mundo.
En todo caso, no está a la altura de la primera entrega, que pasó un poco desapercibida por estos lares; aunque tiene bastante gracia ver como esta segunda parte dinamita en sus primeros diez minutos toda relación con su antecesora (G.I. Joe: The Rise of Cobra, Stephen Sommers, 2009).
Para desconectar el cerebro y disfrutar un rato de esta nueva tendencia del "cine Hasbro". Y además sale Bruce Willis y un buen puñado de ninjas.


GATICOS Y PIANOS: KEYBOARD CAT ADS

Es curioso como los fenómenos de internet trascienden a la propia red y acaban impregnando aspectos cotidianos de nuestra vida. Y los anuncios televisivos no son una excepción, ni siquiera los de poderosas compañías multinacionales.
Y si hablo de esto es porque precisamente uno de mis fenómenos favoritos está ahora mismo en pleno auge en la televisión española. Se trata de Fatso, el genial y maravilloso Keyboard Cat. Para los despistados, se trata de un gato al que se manipula para simular que toca el piano. Tan simple como genial.
Todo comenzó con el primer anuncio de la ya archiconocida campaña de la compañía Coca-Cola, "a tomar Fanta":


Luego prosiguió con el anuncio de la colección de Doraemon de Nocilla:


Y ahora mismo está en pleno apogeo televisivo el nuevo anuncio de la ya mencionada campaña de Fanta, en el que el asunto ha evolucionado hasta convertirse en una banda felina al completo:



Pero por mucho que todas estas iniciativas me parezcan muy loables, nunca jamás podrán superar al único y original:


¡Larga vida al Keyboard Cat!

martes, 2 de abril de 2013

III SALÓN DEL MANGA DE ALICANTE: ELUCUBRACIONES TEÓRICAS SOBRE UNA GUERRA HIPOTÉTICA

Antes de entrar en materia, me gustaría dejar claros unas cuantas cuestiones:

-Primero: no soy sociólogo ni nada por el estilo, así que todo lo que voy a exponer surge de mi propia experiencia y/u opinión personal.

-Segundo: voy a generalizar. Ya sé que “hay de todo en todos lados”, pero aquí voy a recurrir a reduccionismos y estereotipos, por simplificar. Avisados estáis.

-Tercero: puede que lo consiga o no, pero voy a tratar de ser lo más imparcial posible en mis juicios.

-Y cuarto: si esperas una crónica detallada, precisa y ortodoxa del III Salón del Manga de Alicante, sigue buscando.



En cuanto al Salón en sí, pues más de lo mismo. Y no lo digo de forma despectiva, en el sentido de “otra vez lo mismo”, que también, si no que me refiero a “lo mismo del año pasado”, pero en mayor cantidad: más estands ―de estos no muchos más―, más gente, más actuaciones, más concursos, más talleres, etc.
Sin embargo, he aquí el hecho singular sobre el que pretendo focalizar la entrada, y es que este III Salón del Manga de Alicante coincidió, tanto en fecha como en lugar, con el SpringFestival.
Vamos a desgranar al público estos dos eventos. Por el lado de los asistentes al del salón del manga, encontramos un conglomerado compuesto por otakus, frikis, aficionados a los tebeos, aficionados a los videojuegos y curiosos en general. Un público bastante diverso, pero con cierto punto de homogeneidad.
Y en la otra cara de la moneda, tenemos a los asistentes al Alicante Spring Festival.
Para empezar, cabría explicar la insólita naturaleza de este festival de música, que une a lo más granado de la música independiente nacional, con dj sets de homenaje a las sesiones ibicencas. ¿Qué clase de público conlleva tan ecléctica propuesta? Pues en un bando encontramos a la masa hipster-indie-moderna, y en el otro, en este caso, a los bakalas. Término este, el de bakala, que mucho ha evolucionado, pues pese a ser la corriente mainstream de la cultural juvenil durante los noventa, ahora, por decirlo de algún modo, han sufrido una cierta evolución ―o involución―. Por un lado tenemos a los bakalas puros, los que se quedaron en los años noventa, y cuya adhesión a esta subcultura tiene cierto cariz nostálgico e incluso retro. Por otro lado, están los bakalas que, basándose en su pasión por la música electrónica, se desplazó hacia sectores más experimentales e independientes, y que ahora tienden en parte hacia ámbitos más hipsters de la música electrónica. Y por último tenemos a los bakalas reconvertidos en canis, movimiento ―o lo que sea― que ha sido el sustituto natural del movimiento ―o lo que fuese― bakala; pero cuyas conversiones a nivel individual ―de bakala a cani―, han sido más bien escasas en volumen, pues el factor edad ha jugado en contra de las filas canis, que solo han absorbido a los bakalas de personalidad más inmadura.
Y como tercer segmento de público asistente al Spring Festival tenemos a los canis en sí mismos, pues se sienten atraídos por cualquier cosa que contenga las siglas “DJ”. Anuncia una partida de rol usando las siglas de la denominación “director de juego” y allí se presentará una docena de canis que acabará tragándose los d20 creyendo que son alguna nueva droga de diseño.
Pues ahora une a este heterogéneo conglomerado festivalero a los asistentes del Salón del Manga y ríete tú de la concurrencia del flashmob de Los amantes pasajeros y la Muestra SyFy.
Al final, es verdad, esto no supuso más conflicto que el de la masiva aglomeración de coches y gente, pero no es descabellado suponer que había ingredientes suficientes como para que cupiese la posibilidad de que la cosa fuese un poco más allá, y que sectores tan dispares entrasen en conflicto.
                Y sobre esa hipotética colisión de mundos es de lo que va esta entrada, al más puro estilo de El guerrero más letal.
La primera piedra de la disputa habría venido casi sin lugar a dudas por parte del sector bakala-cani, entre cuyas líneas hay sujetos ciertamente belicosos que no habrían dudado en convertir en el blanco de sus hostilidades a algún despistado grupo de frikis. Y ya tenemos la mecha encendida, pues ante un atisbo de amenaza, los frikis cerrarían filas en torno a sus camaradas, al menos aparentemente, mientras que el sector bakala beligerante no se perdería la contienda y, en principio, por cierto sentimiento de grupo, se conformarían como un bando rival.
Mención aparte merece el sector hipster-moderno se abstendría de participar en algo tan kitsch como una batalla cuerpo a cuerpo, y se desmarcarían totalmente de ella con actitud indieferente.
Pero volviendo al conflicto, ¿cómo se desarrollaría semejante contienda? Lo cierto es que hay diversos factores a tener en cuenta.
Un elemento importante sería el factor numérico, pero lo cierto es que a este respecto no tengo ningún dato y ni siquiera soy capaz de hacer una estimación. Lo único que puedo decir es que aunque en un primer momento el bando friki respondería en masa, no tardaría en retroceder una gran parte del mismo en cuanto el peligro fuese realmente palpable. En todo caso, y como esta batalla es puramente teórica, partiremos de la premisa de que ambos bandos comienzan en igualdad de número.
Está claro que en cuanto a potencia física el sector bakala gana por goleada, lo que sumado a su mayor experiencia en situaciones violentas, le da de entrada una gran ventaja a esta facción. Por otro lado, el sector friki es muy dado a la práctica, conocimiento, estudio e incluso invención de todo tipo de artes marciales orientales; y aún parte de ellos puede que participe en algún tipo de competición oficial. En cualquier caso, tanto los frikis artistas marciales profesionales o amateurs poseen ventaja técnica sobre los bakalas, pues carecen de los vicios pugilísticos adquiridos por estos últimos; y es si alguna vez habéis sido testigos de una pelea entre bakalas, habréis podido observar cómo pese a presumir muchos de ellos en estudiar algún tipo de arte de combate, a la hora de la verdad, y probablemente debido a su incapacidad de reflexión, la “lucha bakala” consiste más bien en una especie de abrazo arrebatado, en el que pese a haber patadas y puñetazos, estos son prácticamente inefectivos por la extremada proximidad de los contendientes, y al final más que un combate parece un baile de salón violento.
Por otro lado, la horda friki tiene otros dos puntos a su favor. El primero es que, en un evento como un salón del manga, muchos de ellos van armados, algunos con réplicas inofensivas de las armas de sus personajes, cierto, pero otros portan réplicas exactas. Y por exactas me refiero también al material de fabricación. Así que no sería extraño que algún bakala resultase herido por una auténtica arma shinobi ornamentada con símbolos de la aldea ninja de Konoha. Y el otro punto a favor de la facción friki, hablando en términos de batalla, es que entre sus filas militan verdaderos psicópatas, tanto ignotos como reconocidos, que atacarían con inconsciente ferocidad. A estos los podríamos llamar “berserkers frikis”, y aunque caerían rápido, infligirían un gran daño en la filas enemigas.


Otro factor a tener en cuenta es el de los refuerzos. Mientras el sector bakala tendría que contar con el apoyo de amigos que tendrían que venir adrede, si es que no estaban ya allí; el sector friki cuenta con el apoyo masivo e incondicional de sus padres. Y es que qué no harían estos sacrificados progenitores por sus hijos, si los llevan en coche, les ayudan a confeccionar sus disfraces y permiten a sus hijas preadolescentes vestir con atuendos sacados de series anime que harían sonrojar a una stripper, solo para que sean felices.
También hay un aspecto que juega en contra del bando bakala, y es que durante la lid, es posible que la motivación inicial del conflicto se fuese desvaneciendo, y recayendo en viejas costumbres, al final los bakalas acabasen enzarzados entre ellos mismos.
Y por último, tenemos el factor tiempo, y es que la hora a la que se produjese este hipotético enfrentamiento influiría en ciertos aspectos tanto para uno como para otro bando. Si hemos partido de la hipótesis de que los bandos comenzaban con simétrica proporción de contendientes, conforme avanzase la tarde, las filas bakalas aumentarían, mientras que mermarían las hordas frikis, debido al carácter nocturno y diurno de los respectivos eventos. Pero por otro lado, esta progresión horaria también influiría en el grado de alcoholización/drogadicción del bando bakala, lo cual podría derivar en verdaderos colapsos sensoriales, pues imagina el unir a la realidad distorsionada por los psicoactivos el hecho de que esa realidad ya esté copada por elementos extraños, como tropas de cosplayers y demás.
Al final, si hacemos un recuento de los pros y los contras de cada bando, parece que la balanza se inclina a favor de los frikis; sin embargo, creo que el componente físico del bando bakala podría resultar mucho más determinante.



En todo caso, para bien o para mal, no hubo que lamentar un incidente de estas proporciones, pero recalco que sería un escenario completamente factible.
Finalmente, me gustaría aclarar que esto no es una crítica para los organizadores ni del Salón del Manga ni del Spring Festival, pues ellos estarían supeditados a las fechas que les ofreciese el recinto ferial, sino que esta entrada pretende simplemente lanzar una pregunta a los gestores del Instituto Ferial Alicantino:  ¿Era su intención hacerlo bien? En ese caso, bajo mi humilde opinión, no ha sido así. ¿O acaso era su intención hacerlo mal? Pues si esa era la idea, entonces sí, me quito el sombrero, lo están haciendo ustedes estupendamente. Es más, les animo a que el año que viene vuelven a hacer coincidir estos dos eventos, y ya que están, pues organicen también el mismo día una visita del Papa, van ustedes por el camino correcto.
En fin.